miércoles, 26 de noviembre de 2008

MI RECORD

Nos sucede como a los 12,13 años, a los varones, que en medio de un sueño dibujado, inocente, infantil, nos ataca de pronto despiadado, feroz, unos sueños inquietos, nuevos, excitantes, placenteros, que terminan despertándonos y cortándonos el sueño con una sustancia viscosa, grumosa, pegajosa y blancuzca que moja nuestro pijama, en mi caso, del hombre araña.

Las primeras veces que me sucedió caí en temor, no entendía bien porque me sucedía, si estaba mal o bien, si se debía a que esa noche no cumplí con hablar con Dios debidamente porque me venció el sueño, o por provocar una y otra vez la caída de mi lapicero bajo la carpeta donde al agacharme a recogerla alcanzaba ver las piernas y, con suerte la truza de florcillas rosas que soltaban su aroma de primavera, de Paola mi compañera de carpeta y mas grande amor platónico de mi etapa escolar.

Se repetían una y otra noche, sin tregua, y una y otra noche había que salir corriendo al baño de puntillas mojado hasta el ombligo evitando despertar a la familia, que al parecer si dormían, a pierna y fantasía suelta, la noche completa.

No me atreví a contárselo a nadie, ni a mis hermanos mayores, como se puede contar algo así sin ser burlado con la mas brutal sorna, que sin duda nos bautizaría con un cruel apodo que llevaremos hasta la tumba, y los hermanos para eso tienen una especial habilidad, así que a cerrar boca, aunque mis ojeras vinieran anunciándolo.

Los amigos en la escuela lo contaban sin pudor, mas bien con orgullo y jactancia, anoche me desperté mojado pensando en la Rosita Díaz y sus tetas que no cabían en mi boca, yo escuchaba sin opinar como narraban sus hazañas en soledad en el baño de casa, azotea, dormitorio, los mas atrevidos se habían permitido hacerlo entre amigos, eso si siempre con una expresión de desagrado cuando tocaba el turno de prestar la mano, no vaya a pensarse otra cosa.

Decidí, pues, una noche terminar con mis ojeras y mis poluciones nocturnas y, antes de dormir tome prestado de bajo el colchón de uno de mis hermanos una muy mala revista porno con fotos en gris, que el generoso amigo dueño del quiosco de la esquina, tenia entendido, les prestaba, algo trajinada y no con pocas manchas en sus paginas y, que miraba dándome entusiasmo mientras empuñaba mi mano penetrándola con mi mezquino compañero.
Note que mi pequeñez bailaba en el túnel de mi palma, así que tuve que reemplazar el conocido movimiento de puño por uno mas preciso de apenas el pulgar e índice.
Los agite unos minutos en una batalla que había decidido a ganar y, mientras que mi arma se acrecentaba en la medida que mi movimiento lo hacia, sentí subir la presión ardiente que se abría paso imbatible a la superficie, dándome en su humedad mi triunfo.

Lo practicaba una y otra noche a manera de ritual religioso, antes de irme a dormir reemplazándolo por el rezo, quien lo practica pueda dar fe que se duerme en una sublime relajación y paz, que ni el mas sentido rezo lo consigue.
Primero solo en las noches, luego en las mañanas y noches, para terminar cumpliendo el ejercicio tres a cuatro veces al día.
Alcance una performance elevada, digno de competir con el mas bravo “jeropa” de la clase, que decía rendir, con una copiosa secreción, seis jaladas al día.
Bueno, yo estaba dispuesto a destronarlo, así que eleve mi ejercicio a 5 al día.

Metí literalmente mano a mil motivos posibles para desempeñar mi faena, no imaginan las amiguitas de escuela, algunas madres de ellas, vecinas, entre otras, que alguna vez les hice los honores en mi soledad húmeda, que las mime, engreí, celebre, homenajee aunque con poca fidelidad, en las caricias de mi mano, no se si esto las enoje, puede resultar mal tomado lo que mas bien consideré y considero un gesto noble y tierno de honesta entrega.

Acrecentar la frecuencia de mi practica me elimino dolorosamente de la competencia, porque el excesivo manipuleo de mi parte me trajo una irritación acompañada de pequeñas llagas que me llevo a la abstinencia de no menos de 2 semanas. Una verdadera pena.

No volví a saber de mis compañeros de escuela y de su afición, si siguen “aladineando su lámpara”, si alcanzaron el triunfo de algún record mundial, o si apenas perdieron el intereses.
Yo por mi parte, jamás perdí el gusto por mi ceremonia, y creo haber depurado mi técnica a niveles importantes, que claro, no pienso comentar hoy hasta no registrarla como autor, como es debido.

Sumo o corrijo un sabio mandamiento a la legión de “Charolastras” que reza:
Una tocada al día, la llave de la alegría. Provecho.

lunes, 17 de noviembre de 2008

No Conectado



Suena mi celular anunciando la llegada de un mensaje, lo leo, es de una amiga que hace mucho no veo, dice que no sabe nada de mi, pienso que suerte tiene, que se reunió hace poco con los amigos del ex trabajo, y que solo faltaba yo, que todos siguen igualitos, no han cambiado mucho, reservo el mensaje para responderle después, me da mucho pereza responder mensajes y mails, al día siguiente lo hago, respondo: que suerte por ellos, yo no creo estar igual, sin duda cambie, envejecí, engorde, pero mis besos creo no cambiaron, ya me lo dirás después, ella respondió de inmediato, no te preocupes, no quiero tus besos, solo quiero ver a los amigos, no te pierdas.

Me habla una amiga por MSN contándome que le detectaron cáncer, no se que responder, hago silencio, ella continua diciendo que los análisis a los que la someten son muy dolorosos, le respondo que no sigan ningún tratamiento, que mande a la mierda a los médicos, dice que estoy loco, que tiene una hija por la que tiene que ver. Vuelvo a hacer silencio.

Suena el teléfono de casa a las 8 AM, no contesto pero me despierta, vuelve a sonar a las 8:05 AM, sigo sin contestar pero me irrita, a la quinta llamada salgo furioso de la cama y contesto, quien???? Es una señora mayor, a juzgar por la voz, pregunta por la señora Martínez, le respondo que esta muerta, pregunta hace cuanto murió, ayer le digo, y si vuelve a llamar a esta hora usted tendrá la misma suerte

Recibo un mensaje a mi celular, es la novia, dice que esta cansada de mi, de mi desgano, que no quiere seguir estando conmigo, que me he vuelto un tipo cansado, aburrido, negativo, desganado incluso en la cama, que me quiere mucho pero no puede mas seguir conmigo, le respondo que gracias por quererme.


Timbra mi celular, con voz delicada un muchacho dice, hola soy Carlos, me recuerdas?, estuve el otro día en tu casa, yo respondo que no, dice el, no te acuerdas que nos besamos en tu sala y nos tocamos hasta mojarnos, pienso por un momentos que quizá sucedió y no lo recuerdo, el pregunta, no eres Martín?, respondo, no, lamento Carlos no ser el de los besos mojados, sigo diciendo, pero desde hoy empezare a llamarme Martín.

Me escribe una exnovia que vive en Madrid, dice que no le gusto mi relato “mi su primera vez” que no se reconoce en el, que le parece frío, le digo que para mi es todo lo contrario, al menos la intención al escribirlo era la contraria, de amor, de amistad, cariño, de homenaje y gratitud por lo que me hizo vivir ese tiempo, y una manera de reconciliarme con ella y disipar el enojo que nos tiene distanciados hace mucho. Sin comprender responde, pudiste no dejarme como una regalada.

Hablo con mi terapeuta, amiga y amante eterna mexicana, nuestra conversación casi sin querer termino siendo una sesión mas de mis antiguas terapias, diagnosticó fría y cruel, que todos no nacemos para el éxito, yo uno de ellos, que debería aceptar mi fracaso, con la naturalidad de un apellido, y que esta depresión que ando mostrando al mundo me da esa sensibilidad que me hace escribir como un artista, que si no fuera un fracasado, depresivo, no escribiría ni una palabra, pienso que tiene razón, pero no se lo digo, respondo que tengo ganas casi incontenibles de mandarla al carajo, respondió hazlo, no me atreví.

Me llama al celular una novia cibernética del extranjero, me dice en ingles que soy el hombre de sus sueños, que esta en una fiesta y no puede dejar de pensar en mí, que me ama como a nadie, le creo y respondo, me too, me too.


Insiste una amiga al celular, dice que me invita a almorzar, le contesto que ya almorcé, que gracias, insiste que entonces tomemos una cerveza, con pocas ganas termino diciendo si, bebe su cerveza mientras dice, ya deberías dejar de hacerte el loquito, tienes que sentar cabeza, casarte, le digo casate conmigo entonces, responde, te quiero mucho pero imposible, somos demasiado inestables, terminaríamos matándonos aunque compartiendo clonazepan, luego dice, paga la cuenta.

Me escribe Christina de 11 años en ingles por el MSN, i would like u to be my daddy, dice, le pregunto, why?, because u are nice daddy, u are funny, luego me pregunta, who want a birthday gift this year, respondo, en español, a ti mi Christina como mi hija.

Me escribe por mail un amigo poeta de México, me cuenta que gano el premio Tinta Nueva, le respondo, me alegra mucho por ti, te lo merecías de hace mucho, felicitaciones, cuando escribo esto siento todo lo contrario.

Dejan un comentario en mi espacio que dice: Mamey eres muy guapo por lo que veo en tu foto y que buen escritor eres, firma: Verna, quise decir gracias Verna, dame tu teléfono, dirección, mail y demás, para invitarte a una copa, besarnos y amanecer juntos, no se donde hacerlo.

Tocan la puerta de casa, sin anunciarse por el intercomunicador, pienso que es de mal gusto, asomo por el ojo visor de la puerta, es un niño, siento miedo, no abro.

Me llamó mi madre, donde estuviste anoche, eres un alcohólico un día de estos vas a despertar muerto y sin dejar para tu entierro, respondo, no me importa como vivo, menos como y donde muera, responde, eres un tarado, ya tomaste tu jarabe, respondo antes de cortar fingiendo que se acabo la batería al celular, si mama…

Desconecto los teléfonos, apago la PC, el celular, me quito los zapatos, y me recuesto en la cama sin cambiarme de ropa, me cubro con las sabanas, antes de quedar dormido escucho una voz que dice: una noche más que no rezas.
.